lunes, 17 de septiembre de 2018

BANCADA





A ti llego, de ti espero el reposo
que preciso, te suplico acogida,
junto al fuego que atiza amanecida.
Tus nombres generan día aliñoso.

Tu atavismo más o menos tedioso,
por tu ser en la historia acaecida,
eres banca, banco y como bancada,
has dado cobijo para el descanso.

Tu nombre ha sido maltratado, más
no por ello, has cambiado tu denominación,
el cual ha servido para la estafa,
por actos de los malhechores de cuello blanco.

Banco, lugar de reposo en tiempo y espacio;
tu nombre ha servido para que los ladrones
se escondan tras las cortinas públicas y privadas.
Tu razón social se ha desfigurado,
ya no eres lugar de descanso, guardia y custodia;
ahora eres espacio de gañanes en rapiña.

Banca, ayer eras lugar de seguridad y descanso,
hoy tu nombre ha sido prostituido,
has pasado a que se te identifique,
tanto en el tiempo como en el espacio,
como un elemento del crimen organizado,
con permanentes deslealtades.
Te has convertido en inmutable podredumbre,
con tu pestilente acción, han inundado
todo cuanto a tu alcance está.
Así, hasta los gobiernos han caído en tus redes,
con tus tentáculos has podrido todo,
tal que la honestidad, ha pasado a ser
lo más pinturesco de tu nombre.

Banca, contigo dormí,
sobre ti descansé,
frente al fuego, ratos pasé;
tu hospitalidad, grata me fue.

Hoy tu nombre sólo es referencia de maldad,
deslealtad y vida de sonrojo criminal,
por no pocos gañanes malhechores,
lo que no es otra cosa que rapiña
desalmada de cuello blanco.

© Jcb

lunes, 10 de septiembre de 2018

LOS DIOSES





Si nos atenemos a la historia,
al margen de ser una idea ficción,
todos los dioses han sido belicosos,
vengativos, pendencieros, celosos,
maledicentes, traidores, felones;
pero muy por encima de todos ellos,
los que ganan la partida,
son los dioses monoteístas.
Los dioses monoteístas, con el concurso
de sus representantes y seguidores,
han sido y lo siguen siendo,
absolutamente pendencieros, sanguinarios,
traidores, maledicentes, farsantes.
Han impuesto la muerte, han robado,
un día sí y otro también,
cosa que sigue ocurriendo al día de la fecha,
han mentido noche y día;
con coacción e imperativo, han exidido
su credo, con absoluta inquina,
por encima de cualquier otra opción,
han impuesto su opinión a tirios y troyanos,
que no les ha importado matar,
incluso, a su propia madre.
Tales impostores, han sido los autores
de las mayores y más graves
lesiones a sus congéneres;
pese a ser reos de lesa humanidad,
imploran su inocencia, su excusa,
es que obran en nombre de su Dios.
Grave error; si los dioses son fraternos,
buscan la belleza, la paz, la justicia, la bonhomía;
por tal, no es posible que sus representantes,
actúen con falsedad y maledicencia,
con desprecio a la vida,
con actos de lesa humanidad.
Así pues, en los asuntos de Dios/Dioses,
algo huele a podrido.

© Jcb

miércoles, 5 de septiembre de 2018

EL CREDO SIN ÉTICA





Los credos, cualquiera que ellos sean,
se caracterizan por un concurso de ideas ficción,
las que después de haber sido
sido convenientemente adobadas,
fueron puestas en el mercado
como cualquier otra mercancía.
Una vez ello, los confesos,
especialmente los monoteístas,
a sangre y fuego, impusieron
sus ideas ficción y en ello siguen.
Tal intolerancia, ha costado mucha sangre inocente,
lo que por desgracia sigue vigente.
Hechos que no son otra cosa que
asuntos de lesa humanidad,
cuestión que en ningún caso puede
encontrar justificación alguna.
Para mayor gloria de tales confesos,
la perdida de vidas humanas,
han ido acompañadas
de robos y expolios en favor de los
impositores del fuego y la mordaza.

© Jcb