jueves, 31 de marzo de 2022

0078




Al estómago nadie la alimenta,

la mente no tiene quien le escriba,

el corazón no goza de escucha,

los sentimientos humanos quedaron en la alhacena.

Aún así las gentes viven y sienten,

son capaces de unir sus manos

y gritar que la vida existe,

que la esperanza en la humanidad no ha muerto,

que la bondad se hará cargo de las gentes,

que los campos serán labrados y sembrados,

que las gentes volverán a sus asuntos,

que los niños y los jóvenes ocuparán sus pupitres,

que la luz de la ilusión por vivir no se ha apagado.


© Jcb



 

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