La
cosa pública jamás despierta,
vive
en el ocaso y su dormivela,
más
grave, cobra de gran centinela,
pero
se autorretribuye en cubierta.
Así,
la representación cubierta
por
sistema grupal, torna bisela
individual,
en el momento cautela
de
la faltriquera personal cierta.
El
grupo manda e impone, del erario
público
dispone, pero jamás del
mismo
responde, ya que de nadie es.
Por
tal, elección colectiva, que el rio
diluye,
y responsabilidad andel
no
tiene, por ello bobos votantes.
©
Jcb
No hay comentarios:
Publicar un comentario