domingo, 4 de septiembre de 2022

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Todo lo que no sea luz, vive en la oscuridad.



Poesía: dos soledades juntas y una verdad que ordena la vida.

En cualquier tiempo y lugar se vive de vuelta de todas partes. Pero para que sea otoño, hay que superar las estaciones que le preceden, inclusive el invierno para saber qué es el frio del cuerpo y del alma.

El silencio es la penumbra en el andar, las vueltas del camino, sus recodos y sus cruces.

Una ciudadanía más cuerda y una ciudad que dé pie a la razón de vivir, cuya soledad sea justa medida del empeño personal.

El ciego deseo de vivir y el pago que ello demanda, es la fragua donde se forja la vida humana.

...La madera de tu edad...” se pierde en el oleaje de la vida, no hay consuelo siempre que no se pueda remontar y recordar la vida. Te persigue el viento y la soledad del silencio. La hermética sombra anda detrás de la callada noche y su sombría.

Las palabras son como vagones melancólicos de un tren que nunca llega.


© Jcb