Dos
han sido y son mis ocupaciones y preocupaciones,
se
ha incorporado una tercera,
que
se ha convertido en el centro de la oración de mi razón.
Las
dos primeras tienen y se toman licencia de movimiento,
la
tercera hace coro con las dos, más de la mayor que,
ocupa
el centro de toda su acción.
Por
ellas, mi dolor, no físico, ha sido y es infinito,
nada
hay más triste que no tenerlas cerca,
me
duele el “alma”, me duele el corazón, me duele la razón.
Obvio
que deben hacer su vida,
quiero
que su vuelo sea absolutamente bello y libre,
ello
no empece para saber de ellas.
Saber
de sus éxitos o fracasos es mi deseo,
ello
al margen de que me alegren o entristezcan,
cualquiera
que ellos sean, conocerlos me hace bien.
©
Jcb