Son
muchos los parásitos sociales,
que de común, son
habituales
vividores del sudor
ajeno,
unos se sustentan,
dicen que de rezos,
con lo que se quieren
ganar el queso,
el pan y el vino, para
seguir el camino,
más no es así como se
portan y viven el vecino.
Otros no llegan a tal,
dicen ser “político”,
que si ello fuese un
oficio,
para con decencia
ganarse el feneficio,
dejaría de ser un
artificio sin oficio,
siendo como es, se
comporta más
como un acreditado
lebrel.
Políticos, haberlos
haylos y,
en democracia, por tal,
como medida temporal,
no debe debe, un tal
cual,
pues hay que saber ser
y estar,
para ganarse con
decencia el pan,
lo que es harina de
otro costal.
Por haberlos, “hay
gente pa tó”,
tal como está el
sindical,
que ha pasado a ser un
profesional,
de no hacer ná, por
tal, dice representar al personal,
razón por lo que vive
sin trabajar y,
los más con sueldos
del erario público,
para hacer menos de ná.
Total otros más a
sumar,
de los que viven del
gran “maná”.
Así, los más, son los
menos a contar,
en la cosa de gestionar
y no hacer ná.
Con ello, los que viven
del gran solar,
reparten el “maná”,
y por tal,
“el que parte y
reparte, se queda con la mayor parte”,
ello sin contar, lo que
se llevan con la mano por detrás.
He aquí pues, que el
solar en un gran desierto,
en el que sólo viven
los menos de los más,
que llevan la carga y
no ven el trigo del costal,
por mucho que suden en
su transportar.
Así tenemos que entre
el 3% y el 15%,
por cuantía adicional,
al sueldo de incapacidad,
andan los que viven del
cuento, para su buen sustento,
por lo que cada cuatro
años, vuelven con el viejo cuento.
©
Jcb
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