sábado, 20 de noviembre de 2021

0072

 



Desde el nacer todo fue un manar al nuevo día;

cada día como cada instante tiene su razón de ser,

su servidumbre, su fealdad y su belleza.


Mantén firme las velas de tu batel,

el timón es tuyo, no te desvíes de la ruta,

tus objetivos, sólo dependen de ti.

Tanto las derrotas como las victorias,

siempre serán hijas de tus palabras y tus actos.


Nunca pongas límites a la razón y la reflexión,

haz que tu inteligencia sea tu mejor herramienta,

busca siempre la perfección, jamás desdeñes cualquier revisión

de tus actos, para ganar, la mejor de tus conclusiones.

Más vale revisar que tener que rectificar actos o palabras.


Jamás te pares en la imagen de las gentes,

explora su interior y observa sus actos,

con paciencia cree en ellos, pero más que en sus palabras,

confía en sus actos.

Por lo común la gente no obra con maldad.

Las deficiencias de las gentes, antes se ven por sus actos

que por sus palabras.


© Jcb

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